Wakko Warner

Yo, el jinete sin cabeza

Una día, a plena mañana, llegué. Había miedo. No miedo de que fuera a repetirse, sino miedo de la certeza de que algo así había pasado. Uno de nosotros, uno de los nuestros, muerto. Todos querían saber detalles y nadie tenía uno solo. Éramos muchos, pero hasta ese día su ausencia se sintió ausencia. Para…

No me mates, «por favor»

Las personas son más amables cuando están en peligro, y cuando tienes un cuchillo de cocina empuñado, el doble. Nadie quiere convulsionar una situación cuando el desenlace puede ser sumamente insatisfactorio, es comprensible. La manera en la que las personas actúan con las demás durante esta pandemia es muy complaciente. Claro, no tenemos un cuchillo…

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Estaba en el cuarto de un asesino, sí. Ese cuadro que llevaba a todos lados, era un espejo, un espejo al que le reprochaba si algo había salido mal y con quien celebrara si todo había resultado según lo planeado.